A la mañana siguiente esto fue lo que nos encontramos:

Ooooh que bonito, todo blancooo!!

Y así pasamos el día uno del encierro, con víveres suficientes para sobrevivir, buena compañía, combustible para la calefacción y muchas cosas para entretenernos (sobre todo las fotos de la noche anterior cuya distribución podía arruinar la vida de algunos pero, así entre nosotros, eran de lo más divertido)
Sarita se pasó el día viendo nevar por la ventana.

Borjamari aprovechó para estrenar sus gafas de sol nuevas.

Pero lo que empezó siendo divertido empezó a ponerse chungo. Nos dimos cuenta cuando empezamos a plantearnos asar a las pogonas en el horno y comernóslas con pisto. Pero de repente dejó de nevar y así acaba la historia del día que estuvimos incomunicados por la nieve.
2 comentarios:
Que historia tan increíble... parecía que esas cosas ya no pasaban. Seguro que alguno llegó tarde al trabajo poniendo como excusa una historia como la tuya prolongada hasta la mañana del lunes...
¡Un placer!
Freddie Mercury :)
Freddie, ¿sabes que tu bigote apareció dentro de la peluca de Omaíta-Falete? No se como llegó hasta allí pero ya se resolvió el misterio jejeje.
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